Los relojes automáticos funcionan con un movimiento mecánico. Funcionan según el principio del desenrollado gradual de un muelle en espiral. Durante el uso, la energía de los movimientos naturales de la mano se transfiere a través del rotor al sistema de cuerda, que tensa automáticamente el muelle. Dependiendo del diseño y la longitud del muelle, estos relojes pueden funcionar durante diferentes períodos de tiempo con una sola cuerda. La duración de la reserva de movimiento suele oscilar entre 24 y 48 horas.

La piel es uno de los materiales más populares utilizados para fabricar correas de relojes. Luce elegante, no se enfría y es muy fácil de adaptar a la muñeca.

El reloj se entrega con un regalo, normalmente con una correa reemplazable de repuesto o con una pulsera para la mano.

Visualización del día actual del mes del 1 al 31.

Un sistema de protección único para los relojes Certina que aumenta su durabilidad. La protección consta de cinco puntos:
1. Cristal de zafiro - excepcional resistencia a los rasguños
2. Juntas tóricas de sellado en el eje - mayor protección contra el agua
3. Dos juntas tóricas de sellado en la corona - mayor protección contra el agua
4. Junta específica en la tapa trasera - mayor protección contra el agua
5. Cubierta trasera reforzada - resistencia al impacto

La caja o esfera del reloj están insertadas de diamantes reales. La mayoría de los fabricantes suministran el reloj de diamantes con un certificado de autenticidad del diamante.

Los relojes señalados con resistencia al agua 100M/10ATM están destinados para nadar y hacer snorkel, sin bucear con un equipo respiratorio. 100M/10ATM indica el grado de resistencia al agua estandarizado por la norma ISO 6425. Las pruebas ISO incluyen alternancia de temperaturas, profundidades, presiones (agua, aire) durante varios períodos de tiempo en reposo y al manipular la parte operativa del reloj.

El cristal de zafiro del reloj tiene su origen en un laboratorio y se creó fundiendo óxido de aluminio (Al2O3) en presencia de hidrógeno y oxígeno a una temperatura de 2000°C. Después de cristalizar en una "pera" de corindón, se corta y se procesa hasta darle la forma y el tamaño deseados. El cristal de zafiro es el cristal más duro utilizado en los relojes. En la escala de dureza de los minerales ocuparía el segundo lugar después del diamante; prácticamente solo se puede rayar con un diamante. Su única desventaja es su fragilidad.

Es un cierre en el que la hebilla se abre por dos lados. Cuando se abre, parece la forma de una mariposa. Si se desabrocha accidentalmente, no se desabrochará del todo y el reloj permanecerá en la muñeca de la mano.